Reflexión sobre las
teclas rápidas (y sobre por qué la Informática no es como la vida).
Hay ciertas teclas muy útiles, pero resulta que fuera del
ordenador, no sirven para nada. Una lástima. Mis preferidas son: Ctrl C = copiar, Ctrl V = pegar, Ctrl F = buscar y la mejor, Ctrl
Z = deshacer. Me he acostumbrado tanto a ellas que me encantaría poder
importarlas a la vida cotidiana. Todo sería tan fácil…
Me sorprendo muchas veces buscando algo y pensando Ctrl F, porque ojalá pudiera pulsar,
Ctrl F: llaves, Ctrl F: libro biblioteca, Ctrl F:
camiseta.
O algo mucho más rutinario, como cocinar (a mí, que no me importa
repetir) cortar-pegar lo que cociné el lunes; hacer la cama,
cortar-pegar; fregar los platos, Ctrl C, Ctrl V; y un largo etcétera de tareas
en cuya repetición no se disfruta, lo más mínimo y para las que un shortcut sería un auténtico regalo.
Hay que decir, que el cerebro tiene su propio cortar-pegar. Es el
mecanismo de la automatización de las conductas. Cuando repites de forma
cotidiana una conducta, el cerebro lo interioriza y lo realiza de forma semi-inconsciente,
de modo que tu atención queda liberada para otras cosas. Por ejemplo, la
primera vez que recorres un camino, sólo puedes concentrarte en mirar por dónde
vas para no perderte. Cuando ese camino es, por ejemplo, tu ruta diaria al
trabajo, el cerebro corta-pega el recorrido de modo que ya no necesitas estar
atento, se automatiza, y puedes ir pensando en otras cosas. (Esto lo habré sacado de Punset, de
algún libro o capítulo que no recuerdo… Ctrl F: inconsciente, automatización de
conductas).
Pero sin lugar a dudas, la tecla rápida estrella, la función que
más me gustaría extrapolar es la de deshacer, Ctrl Z. Vendría genial para “el oral”. ¡Cuántas veces
decimos algo y en el mismo instante nos damos cuenta de que no deberíamos
haberlo dicho! Ctrl Z, se borran las últimas palabras pronunciadas, y el
discurso sigue exactamente en la palabra anterior. Pero no funciona, y aunque podemos retractarnos, no es lo mismo.
También tendría mucha aplicación en la cocina: me he pasado con la
sal, Ctrl Z, y vuelvo a echar la cantidad adecuada; se me ha caído un vaso al
suelo, Ctrl Z, y el vaso vuelve a mis manos…
Y por supuesto, la opción de deshacer, daría mucho juego en el
amor: Ctrl Z, Ctrl Z, Ctrl Z.
Bromas aparte, los actos sí pueden deshacerse, tal vez no con una
tecla rápida, sino con muchas pulsaciones. Quizás, precisamente por eso, de los
errores se aprende, porque cuesta deshacerlos.
Y ahora, lo mismo, pero expresado en
verso:
Teclas rápidas
Ctrl C = copiar
Ctrl V = pegar
Ctrl F = buscar
Ctrl Z = deshacer
Hoy no es
ni mejor ni peor
que ayer.
Ctrl C, Ctrl V
Ctrl F, Felicidad
0 resultados.
Ceno las sobras de la comida.
Ctrl C, Ctrl V
Vi un pez que chorreaba sangre fría.
Iba a ser devorado, quise salvarle.
Ctrl Z
Lo puse bajo el grifo.
¡Sí! ¡Ya estaba de nuevo en el agua!
Pero no resucitó.
Imposible deshacer.
Luego busqué en mi memoria
los propósitos del año pasado.
Cortar, pegar.
Estaban sin estrenar…
Ctrl C: Miedo, Ctrl V.
Es una constante.
Eso, y que te echo de menos.
Ctrl F a la persona que ya no está
conmigo,
ni en mí.
Tal vez la borré.
La encuentro en la papelera.
Ctrl Z.
Imposible deshacer.
Lloro.
Ctrl C, Ctrl V
lloro, lloro, lloro, lloro, lloro, lloro, lloro,
lloro
Lleno la pantalla de llanto.
Ctrl C, Ctrl V
Mi salvapantallas es un mar sin olas.
Te busco en el fondo.
Ctrl F.
No matches (me dice).
“Ha surgido un error inesperado,
el programa deberá cerrarse”.
El feedback
de las máquinas hace mucha compañía;
por eso, yo siempre envío el informe de errores.
Ctrl F: Indecisión disponible
3 GB libres de 360 GB
Ctrl V: Miedo.
Ctrl R Actualizar.
La página no responde.
Voy a reiniciar(me).
Voy a deshacer(me).
Ctrl Z, Ctrl Z, Ctrl Z.
Pero este poema sigue en pie.
Ctrl Alt Supr
PS: la utilidad de este poema es
inversamente proporcional a la utilidad de las teclas rápidas.