La caza (o Lección de Anatomía)
El rojo ruge
y nos invade,
La sangre espesa camina pausada.
Algunos músculos son más rápidos que otros.
“No respires”, me dices.
Vamos a besarnos en apnea.
He observado mi anatomía en muchos libros:
sin embargo, yo nunca me he abierto.
Y aún así sé, que en mi interior predominan los colores cálidos.
Aunque yo preferiría ser pez antes que mamífero:
vivir
gracias a una piel de branquias.
“Respira”, me dices.
La radiación ha terminado.
Es hora de deshacer(se),
pero nos queda una revolución debajo de los brazos.
Mi cara conserva el buen tono
de los que aún tienen vergüenza
y se sonrojan.
La muerte no tiene color.
El luto fue un invento de la noche.
Dicen que mis huesos son blancos:
sin embargo, yo nunca los he visto.
Me imagino comiéndome mi propio pelo
y me pregunto si eso se consideraría
soberanía alimentaria.
- Soy un animal herbívoro, ¿y tú?
No me digas que sí,
si después vas a devorarme.
Dime que te encanta cómo soy por dentro,
que amas mis vísceras,
que no sabes vivir sin mis entrañas…
Los animales no lloran después de la caza;
los hombres tampoco.
"La muerte no tiene color, el luto es un invento de la noche..." y otros muchos versos, por separado, en conjunto... No lo se, pero me ha hecho sentir muchas cosas, también me he sentido identificada, creo que es un buen poema que transmite mucho. La caza o lección de anatomía, muy bien, procuraré recordarlo, te digo que funciona. Un abrazo, Lola.
ResponderEliminarGloria.
Gracias Gloria ;-)
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