sábado, 18 de mayo de 2013

Supersticiones


Sobre las supersticiones

Hoy voy a inventarme una superstición. Cualquier cosa: si te cruzas una fruta aplastada, da mala suerte (más mala suerte daría para el que la pisó y se resbaló).
No, en serio. ¿Quién se inventó las supersticiones? El otro día vi un gato negro. Era muy bonito, pequeño, aterciopelado… mi miró fijamente. Yo a él también y… ¡tenía un collar! Es decir, tenía un dueño no supersticioso. Me pregunté si en Canadá los gatos negros no darían mala suerte. Pero sobre todo, me pregunté por qué ese pobre animal había sido estigmatizado de esa manera. Me imaginé un pequeño poblado, en un lugar remoto, hace mucho tiempo, donde alguien se cruzó a un gato negro e inmediatamente le pasó algo terrible de forma inexplicable. Ante la ignorancia por no poder explicar de forma racional lo sucedido, le echó la culpa al gato. Y se lo contó a todo el poblado. Como esa persona era influyente (o bien porque se aburrían mucho) todos le creyeron. Y empezaron a temer cruzarse un gato negro. Cuando se cruzaban a un gato y nada malo pasaba, nadie lo contaba. Pero cuando pasaba (una cuestión de probabilidad!), se gritaba a voces que la leyenda era cierta. Y así se perpetuó la superstición.
Hasta aquí mi hipótesis y mi despliegue de imaginación. Aquí, la “verdadera” historia de la superstición según Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Gato_negro
Desde pequeña sentí un rechazo absoluto hacia las supersticiones. De hecho, siempre “tentaba a la suerte”. Tal vez sea porque nací el día 13, y tuve que convertir esa superstición en superstición positiva (por favor, que alguien invente una palabra para esto). A mí, me encanta sentarme en el asiento 13, vivir en el número 13. Y por supuesto, me encanta el 2013.
También tengo mi propia superstición: cuando alguien dice ¿bailas? y la respuesta es “no”, sucede algo malo en alguna parte del mundo. Pero no lo he corroborado porque yo nunca digo no (por si acaso) ;-)
En cualquier caso… ¿por qué todas las supersticiones son negativas? Que si bebes sin mirar a los ojos, que no brindes con agua, que no derrames la sal, que no rompas un espejo, que pidas un deseo, pero que si no soplas todas las velas de golpe no se cumple… ¡cuánta presión! ¿por qué no hay supersticiones positivas? Para empezar, ¿cómo se le llama a una superstición positiva? No hay palabra para eso, ¿verdad?
Creo que tendríamos que darle la vuelta a la tortilla (sin derramar la sal, claro) y empezar a inventar supersticiones positivas, olvidando por completo las negativas. Si hay mucha gente pensando (sin fundamento ninguno, pero con mucha ilusión), que le va a suceder algo bueno, puede que incluso suceda…

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