Estaba pensando en el concepto de flechazo musical, y por tanto, en el paralelismo entre el amor y la música. Ambos pueden llegar a ser pasiones.
Flechazo: cuando escuchas una canción y a las primeras notas ya intuyes que te va a gustar. Te gusta como empieza, sus primeras notas, su primera estrofa... pero sobre todo te gusta la sensación que te provoca. Como con el amor. Con dicha predisposición, es normal que a medida que sigues escuchando la canción, te guste más. La escuchas otra vez, y se corrobora. Te encanta. Comienza la fase de idealización. Tienes que buscar más cosas de ese grupo o cantante. Enamorada como estás, seguro que te va a encantar todo lo que ha hecho. Imaginas que irás a verlo en concierto, con las letras aprendidas, por supuesto...
Como en el flechazo amoroso, luego se pasa. El amor puede continuar, por supuesto, pero ya de forma más tranquila, y claro está, más razonada y fundamentada. Verás que de toda su discografía, no todo es maravilloso. Podrás desarrollar un cierto espíritu crítico sin por ello dejar de adorarlo...
Aún así, como en el amor, yo puedo decir que mis grupos favoritos, siempre han empezado por un flechazo.
Este ha sido mi último flechazo musical: Joaquín Pascual, y su disco La frontera.
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