domingo, 12 de febrero de 2012

PAZ, Octavio.

"Hay fuentes en el jardín de tus arterias"

Refranes


Una espiga es todo el trigo
Una pluma es un pájaro vivo y cantando
Un hombre de carne es un hombre de sueño
La verdad no se parte
El trueno proclama los hechos del relámpago
Una mujer soñada encarna siempre en una forma amada
El árbol dormido pronuncia verdes oráculos
El agua habla sin cesar y nunca se repite
En la balanza de unos párpados el sueño no pesa
En la balanza de una lengua que delira
Una lengua de mujer que dice sí a la vida
El ave del paraíso abre las alas
Como la marejada verde de marzo en el campo
Entre los años de sequía te abres paso
Nuestras miradas se cruzan se entrelazan
Tejen un transparente vestido de fuego
Una yedra dorada que te cubre
Alta y desnuda sonríes como la catedral el día del incendio
Con el mismo gesto de la lluvia en el trópico lo has arrasado todo
Los días harapientos caen a nuestros pies
No hay nada sino dos seres desnudos y abrazados
Un surtidor en el centro de la pieza
Manantiales que duermen con los ojos abiertos
Jardines de agua flores de agua piedras preciosas de agua
Verdes monarquías

La noche de jade gira lentamente sobre sí misma.


Octavio Paz
Poeta y ensayista, Mixcoac, Ciudad de México .

viernes, 20 de enero de 2012

Crisis de palabras

He pasado por una farmacia. Anunciaban pastilas para la garganta: "XXX, pastillas para chupar". He pensado que no deben chuparse (aunque todos las chupemos), sino dejar que se deshagan lentamente en la boca, para que el supuesto principio activo se desprenda poco a poco y éste esté el mayor tiempo posible en contacto con la garganta, antes de pasasr de forma irreversible al esófago, etc. Lo ideal sería que ni la lengua ni el paladar ni los dientes hicieran el más mínimo esfuerzo, a diferencia de lo que ocurre cuando chupamos un chupa-chups o saboreamos un caramelo. (Las pastillas para la garganta no son caramelos! o al menos, ¡no lo son por lo que valen!). Lo que el prospecto quería decir era retener en la boca, o deshacer lentamente en la boca. Sería como una pastilla sublingual, pero encima de la lengua. Y sin embargo, ¡no hay verbo que describa esa acción! ¡Habría que inventar uno! ¿Cómo se inventa una palabra? ¿Quién tiene semejante poder? Este es un mero ejemplo, porque palabras, faltan muchas. Y me temo que tampoco habrá presupuesto, en época de crisis de palabras...

jueves, 19 de enero de 2012

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos


Charles Chaplin (1889-19779)

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos...
Por eso, canta, ríe, baila, llora
y vive intensamente cada momento de tu vida...
...antes que el telón baje
y la obra termine sin aplausos.

¡Hey, hey, sonríe!
más no te escondas detrás de esa sonrisa...
Muestra aquello que eres, sin miedo.
Existen personas que sueñan
con tu sonrisa, así como yo.

¡Vive! ¡Intenta!
La vida no pasa de una tentativa.

¡Ama!
Ama por encima de todo,
ama a todo y a todos.
No cierres los ojos a la suciedad del mundo,
no ignores el hambre!
Olvida la bomba,
pero antes haz algo para combatirla,
aunque no te sientas capaz.

¡Busca!
Busca lo que hay de bueno en todo y todos.
No hagas de los defectos una distancia,
y si, una aproximación.

¡Acepta!
La vida, las personas,
haz de ellas tu razón de vivir.

¡Entiende!
Entiende a las personas que piensan diferente a ti,
no las repruebes.

¡Eh! Mira...
Mira a tu espalda, cuantos amigos...
¿Ya hiciste a alguien feliz hoy?
¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?

¡Eh! No corras...
¿Para que tanta prisa?
Corre apenas dentro tuyo.

¡Sueña!
Pero no perjudiques a nadie y
no transformes tu sueño en fuga.

¡Cree! ¡Espera!
Siempre habrá una salida,
siempre brillará una estrella.

¡Llora! ¡Lucha!
Haz aquello que te gusta,
siente lo que hay dentro de ti.

Oye...
Escucha lo que las otras personas
tienen que decir, es importante.

Sube...
Haz de los obstáculos escalones
para aquello que quieres alcanzar.
Mas no te olvides de aquellos
que no consiguieron subir
en la escalera de la vida.

¡Descubre!
Descubre aquello que es bueno dentro tuyo.
Procura por encima de todo ser gente,
yo también voy a intentar.
¡Hey! Tú...
ahora ve en paz.
Yo preciso decirte que... TE ADORO,
simplemente porque existes.

miércoles, 18 de enero de 2012

SOS: Vacío!

Miedo.
En el festival SOS, el año pasado, asistí a un coloquio sobre música y literatura (sí, además de los conciertos y la fiesta, también hay actividades de día). En esa mesa estaban dos de mis amores platónicos: el primero y principal, Manolo Martínez, cantante de Astrud. Last but not least, Antonio Luque, el Sr. Chinarro.
Cuando le preguntaron acerca de la inspiración para componer sus canciones, el Sr. Chinarro comentó que había días, en los que se levantaba y el mundo estaba en su sitio, todo era normal. Sin embargo, otros días, se levantaba y no había nada. Esos días sentía un vacío inmenso, y desde ahí empezaba a componer. De pronto vi la imagen: me imaginé a Antonio despertándose, levantándose y quedándose sentado en el borde de la cama, y percibiendo ese vacío, esa ausencia de mundo.
En cierto modo me sentí identificada. A veces me ocurre algo extraño. Hay momentos en los que siento un miedo inmenso, un miedo existencial, sin causa. Un miedo abstracto, conceptual, una abstracción pura del miedo. No siento el vacío en sí, sino el miedo a la existencia, a la nada y al todo. No sé bien a dónde pretendo llegar con todo esto.
Volviendo a la mesa redonda del SOS. Hace unos meses acabé la trilogía Nocilla, de Agustín Fernández Mallo. Me enamoré (platónicamente) de él. Busqué su foto e información sobre su persona, para alimentar y regocijarme en ese recién nacido amor. Encontré su blog: http://blogs.alfaguara.com/fernandezmallo/
En una de esas entradas, comenta precisamente esa mesa redonda del SOS. No podía creerlo. Yo estaba allí, entre el público, ensimismada escuchando a Manolo y a Antonio, sin prestar atención a los demás. Y de pronto descubrí que mi tercer amor platónico estaba allí también. Los tres juntos en la misma mesa. Corroboré que así fue. Así fue. Dios los cría, y ellos se juntan. Y yo debo tener un radar, o los gustos muy claros.