miércoles, 2 de enero de 2013

Tendrá que haber un camino

Me he levantado pensando en eso de "encontrar mi camino" y me preguntaba si tal vez sería mejor simplemente encontrar "un camino" y, al andar por él, hacerlo propio. Sé que no descubro nada nuevo. Ya lo dijo Machado "Caminante no hay camino, se hace camino al andar", y lo cantó Serrat, "golpe a golpe, verso a verso". (Si quisiera descubrir cosas nuevas, habría estudiado Ciencias; a los de letras sólo nos queda inventar palabras, y aún así la RAE nos lo pone muy difícil.)
Esta primera reflexión puede extrapolarse a otras facetas y expectativas "el hombre de tu vida", "el trabajo de tu vida"...  Cualquier hombre va a ser de tu vida desde el momento en el que se cruza en ella, pero pedir que te acompañe a lo largo de la misma sería tan difícil como pedirle a alguien que pasee por un camino que no está labrado, porque como hemos dicho, se crea a cada paso. Y dos personas, por muy acompasadas que estén, no pueden caminar a la vez para siempre (a no ser que no se suelten nunca del brazo, pero ahí ya hablamos de siameses, y ese es otro tema).
Ahora bien, como los caminos están indeterminados, pueden separarse, cruzarse, discurrir paralelos, volver a juntarse sin límite... ¡Sería muy aburrido si no!

Esto me ha hecho pensar en las grandes empresas y en las pequeñas luchas, tema que vi perfectamente plasmado en la película "Los Miserables". Mientras que algunos sueñan con salvar al pueblo francés de la opresión y el yugo del absolutismo, y son capaces de morir por el ideal de la libertad, de la igualdad, de los derechos..., otros (me refiero a Jean Valjean) luchan por causas concretas: que una niña huérfana tenga una vida digna, que un joven revolucionario no puera desangrado tras la barricada... Hay por lo tanto, dos tipos de héroes: los macro y los micro, los que sueñan con salvar el mundo y los que sueñan con salvar su mundo. Un Ghandi versus una madre coraje. En el fondo el instinto es el mismo. Es bonito que existan héroes y heroínas, madres y padres coraje. 
Hay héroes y villanos por todas partes. Ahora bien, los héroes y villanos, ¿nacen, o se hacen al andar?


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