viernes, 29 de junio de 2012

"Ebullición", o "La fiesta del agua".



Este video no merece ningún comentario.
Lo que sí que merece, es una genial y peculiar lista de reproducción para escuchar justo después: 

HIDROGENESSE  (o la génesis del agua)



jueves, 28 de junio de 2012

¡Me hago doctor(a)!


Bien, como parece que a veces me leen, este post va dedicado a mis amigos del IDH :-)

domingo, 24 de junio de 2012

SWING L'ÉTÉ MONTRÉAL!



ME ENCANTA MONTRÉAL!!!!!
Y si el baile es una droga, doy positivo:-)

PS: El segundo vídeo, he estado a punto de editarlo y meter una cortinilla en el momento en el que me como a la del vestido blanco, jeje, pero así quedaba más divertido y más fiel a la realidad:-)

sábado, 16 de junio de 2012

Mi ropa bailando en la secadora

 

Lo único que me gusta de ir a la lavandería, es la secadora. Me gusta ver mi ropa revoloteando en su interior, colisionando brusca pero silenciosamente contra las paredes. Las prendas entre sí, se entrelazan y bailan con una cadencia irregular. No hay leyes en el secado: la ropa se seca a golpes, provocados por ese movimiento centrífugo. Y sin embargo, hay armonía y danza en el proceso...
La mujer que regenta la lavandería, ha abierto los ojos como platos cuando me ha visto sacar la cámara. Le he dicho que para mí esto era una forma de arte contemporáneo. Me ha sonreído. Yo me pregunto si "quien sonríe, otorga". 

martes, 5 de junio de 2012

Leonard Cohen, Beautiful Losers.

Pues parece que Leonard Cohen es vegetariano...
“Comment vivre en étant le réceptacle de la boucherie d’hier? Est-ce la viande qui me punit? Existe-t-il des troupeaux qui m’aient en piètre estime? Meurtre dans la cuisine! Nous soignons des créatures pour les manger! Dieu aime-t-il le monde? Quelle monstrueuse façon de se nourrir! Nous tous, tribus animales en guerre éternelle! Qu’avons-nous gagné? Les humains, spécialistes nazis de la diététique! La mort au centre de l’alimentation! Qui demandera pardon aux vaches? Ce n’est pas notre faute, nous n’avions pas imaginé tout cela. Ces rognons sont des reins. Ce n’est pas du poulet, mais un poulet. (…)”. Leonard Cohen, Les perdants magnifiques, 1966.

 
“¿Cómo vivir siendo el receptáculo de la carnicería de ayer? ¿Es la carne la que me castiga? ¿Acaso son los rebaños que me tienen pobre estima? Asesinato en la cocina. ¡Cuidamos a criaturas para comérnoslas! ¿Ama Dios el mundo? ¡Qué monstruosa manera de alimentarse! Todos nosotros, tribus animales en guerra eterna! ¿Qué hemos ganado? Los humanos, especialistas nazis de la dietética. La muerte en el centro de la alimentación! ¿Quién pedirá perdón a las vacas? No es nuestra culpa, nosotros no habíamos imaginado todo esto. Esos riñones, son riñones. Eso no es “pollo”, sino UN pollo. (…)”.
Leonard Cohen, Les perdants magnifiques, 1966 (Traducción propia).

viernes, 1 de junio de 2012

Una historia de muñecas

Me acabo de acordar de una historia de mi infancia. Tendría yo unos 10 años cuando mi tío Luciano y mi tía María Amparo me llevaron a la feria. Mi tío se puso a jugar en uno de esos puestos de canastas de baloncesto, en los cuales si encestabas, te daban un premio. No sé cuánto dinero se dejaría en los intentos, pero el tema es que encestó el número suficiente de veces como para que yo pudiera elegir el regalo que más me gustara de la tómbola. Después de recorrer con la mirada todas aquellas muñecas que colgaban por todas partes, yo señalé a una muñeca fea y olvidada que estaba arrinconada en una esquina. Mis tíos dijeron: no! Esa no! Si es vieja y está medio rota! Yo, cabezota ya desde pequeña, volví a señalarla. Mis tíos intentaban convencerme: "Pero mira, si puedes elegir la que tu quieras. Mira qué bonita y qué nueva que es esta otra". Yo alegué, que cualquier niña iba a llevarse cualquiera de esas bonitas muñecas, mientras que nadie iba a rescatar a la muñeca de mirada triste, tan marginada y escondida como la tenían en aquella esquina. Sólo yo la había visto. Sólo yo podía sacarla de allí. Mis tíos no daban crédito y yo, creyéndome una heroína del bien, salí de la feria con esa horrible muñeca bajo el brazo (con la que, todo sea dicho, me cansé de jugar en dos días, ya que realmente era horrible;-)
 Ahora que investigo temas como la igualdad de oportunidades, me pregunto: esa anécdota infantil, ¿podría considerarse una acción de discriminación positiva?